Pensionado barranquillero busca “compañera permanente”, con aviso en el balcón de su casa
Preferiblemente, entre 40 y 50 años.
La historia de un pensionado del magisterio que en el balcón de su casa en el barrio Los Pinos de Barranquilla colgó un aviso en el que se lee: “Busco compañera permanente”, y publica un número celular “para las interesadas”, atrae la atención, primero de sus vecinos, y luego de los internautas en el mundo digital.
En esta era de la modernidad, acudió a lo primario un aviso público y directo para que las interesadas lo contactaran. Nada de redes sociales, ni páginas especializadas.
El hombre, quien respondió una llamada de Zona Cero, pero manifestó que no atendía entrevistas, confirmó la veracidad del aviso, que “no es una mamadera de gallo” y que, en efecto, está buscando “una compañera” y “no una cuidadora”. Por ello niega de antemano que quien sea la escogida por él, vaya a recibir un salario.
No descarta casarse con la que resulte elegida, “para darle seriedad a la cuestión”. Reconoce que puede contraer matrimonio porque no tiene ningún impedimento y que en su momento, la persona que lo acompañe hasta el final, “pueda acceder a la pensión y tenga sus derechos”.
El protagonista de esta historia pidió no revelar su nombre, pero autorizó que se contara “porque no es nada ilegal”.
No concede entrevistas por petición de tres de sus hijas con quienes consultó si hablaba a los medios. “Ellas no se oponen a mi decisión, pero me pidieron que no diera entrevistas a los medios”, contó. “Prefiero preservar mi familia”, sostuvo.
El adulto mayor, amante de la música y la poesía, tiene 78 años de edad y 8 hijos con cuatro parejas que tuvo. Se separó de la última hace dos años, dijo. 12 nietos también hacen parte de su familia. Su hija mayor tiene 55 años y su hijo menor, 21.
Por su gusto musical, cree que es un caso único en Barranquilla: “Me gusta la ranchera, la balada, el bolero y el tango”.
El pensionado ejerció la docencia durante 38 años, fue profesor de matemáticas y también estudió derecho, aunque no ejerció.
Este pensionado prefiere que la “compañera permanente” esté entre los 40 y 50 años de edad. No le importa que tenga hijos, solo que no vivan con quien se decida a ser su pareja. Busca una mujer “que no tenga rabitos”, pero “no puede ser una pelada jamás”.
El adulto mayor, pensionado del magisterio desde 1.999, confiesa que por la edad tiene problemas como hipertensión, “pero controlada”. “No ando corriendo en urgencias médicas porque se me subió la presión. Jamás”, enfatiza.
Desde que publicó el aviso en el balcón de su casa, el hombre asegura haber recibido todo tipo de llamadas. Desde quienes lo insultan hasta unas 15 mujeres “interesadas” en la propuesta. “Poquitas”, cree. Solo este martes recibió dos “aspirantes”. Reveló que de mutuo acuerdo decidió con “las candidatas” que aún no recibe una que reúna sus condiciones.
Al aclarar que no está buscando una empleada, reconoció que varias de quienes han expresado su interés en ser su compañera le han preguntado “¿Cuánto paga?: Les digo que no es para que me cuiden”.
No es un casting lo que está haciendo el docente y abogado. “Por eso no me importa que sea negra, blanca, alta, bajita, gorda”, señala. Sus expectativas se llenan en un diálogo para conocer a quien quiera ser esa “compañera permanente”. “Que simplemente me agrade”, es su mayor deseo de su futura compañera.
Del primer diálogo es necesario para él “contarle a ella mi vida y que ella me cuente la suya”.
Para la sorpresa de los vecinos, el aviso que lleva ya varios días, allí seguirá reafirma el pensionado barranquillero y precisa que “el día que no esté el aviso es porque ya conseguí la pareja”, finaliza.
Un detalle, en la familia de este hombre es la longevidad. Su papá aún vive, tiene 106 años y también fue docente.